La vía comunal al Ecosocialismo

Por Josué Alejandro Lorca

En el prólogo de ese maravilloso libro que es “La larga marcha hacia el Estado Comunal” de la Profesora Iraida Vargas y el Profesor Mario Sanoja, Luis Brito escribió:

“¿Quién soy? es la pregunta básica a partir de la cual se constituyen una persona o un pueblo. Pero la vía hacia el conocimiento es transmutar la cuestión en ¿Quiénes somos? Nadie es por sí solo. Nuestro ser se forma y se transforma en la relación con los otros. Nuestras interrogantes sólo encuentran respuesta cuando inquirimos quiénes fuimos y quiénes queremos ser.”

Éste es el punto de nuestro tema central, ¿Quiénes queremos ser?: ¿Seguir siendo una sociedad capitalista depredadora de la Madre Tierra, cuyo sistema productivo ha llevado a la crisis climática global que pone en riesgo nuestra existencia misma? O por el contrario queremos ser una sociedad Ecosocialista de justicia, paz y en armonía con la naturaleza.

El tema es sensible, pero esperanzador cuando observamos lo que sucede en nuestras organizaciones del Poder Popular. En ellas hay una clara tendencia a la preservación y a reparar los daños hechos.

El Pueblo Bolivariano en ejercicio del autogobierno prioriza correctamente los aspectos ambientales, trabaja y se organiza en función de ello. No sólo estamos hablando de Consejos Campesinos y Comunas de las áreas rurales, sino también de un importante contingente en las ciudades a los cuales también se le suman los movimiento o cualquier otra forma de organización, que listan innumerables actividades de recuperación y preservación, establecen su patrimonio natural para proteger espacios comunes y árboles, sanean quebradas y pintan murales que contienen la palabra Ecosocialismo o cualquier otro mensaje que apunte a la preservación del ambiente.

El reto de una transición tan grande que supere al modo de producción capitalista, no puede ser decretado, debe ser construido, y esa construcción ya ésta sucediendo en el seno del pueblo.

“Una revolución que no produzca un nuevo espacio social es porque no ha sido capaz de realizar todo su potencial, ya que una transformación social, para ser efectivamente de carácter revolucionario, debe manifestar una capacidad creativa de actuar sobre la vida cotidiana y en consecuencia sobre los códigos, el lenguaje y las formas culturales que ayuden a establecer las condiciones para que se genere un nuevo espacio social.” (2015, Vargas y Sanoja). Es precisamente lo que significa una transición, es la construcción de nuevos códigos, nuevas relaciones sociales y esas relaciones serán Ecosocialista en la medida que se establecen en armonía con la Madre Tierra.

El reconocimiento de los Derechos de la Madre Tierra es un primer paso, cómo fue impulsado por nuestros hermanos y hermanas bolivianas en 2014, con una ley. Un logro del Compañero Evo Morales entonces presidente, que contó con el apoyo de la base social indígena.

Otro aspecto importante de ésta transición desde lo comunal, es el modo de producción contra hegemónico, solidario y respetuoso del ambiente. Los países industrializados para hacer políticas de protección y obligar a las empresas capitalistas a dejar de dañar el ambiente, deben implementar políticas fiscales punitivas. Es difícil hacer entender la urgencia de las medidas para salvar el planeta, a grupos sociales cuyo interés es la acumulación. En el ámbito comunal sucede lo contrario, por su naturaleza el interés productivo primordial es la liberación, la independencia, la soberanía, por lo tanto, es mucho más fácil iniciar una cultura productiva y respetuosa del ambiente con ese contingente de voluntades.

No hay duda alguna que nuestro proceso revolucionario cuenta con herramientas poderosas para implementar la transición Ecosocialista y el adalid primordial es el Poder Popular.

Desde el MINEC estamos decididos acumular base social de apoyo fomentando las distintas organizaciones tales como: las Mesas Técnicas de Reciclaje y Aseo, Brigadas Contra el Cambio Climático, los Guardianes del Árbol, Comités Ecosocialista de los Consejos Comunales y apoyar a las Comunas agroecológicas, estas darán resultados acelerados a la transición histórica. Para cambiar el modo de producción capitalista, es importante potenciar los eslabones ausentes en su modelo productivo lineal. Uno de los eslabones principales tiene que ser el reciclaje generando economía circular, una industria en pleno auge que logrará generar importantes ingresos a las Comunas y movimientos para la multiplicación independiente de sus proyectos.

Otro eslabón y el más determinante es la organización de la juventud, que se incorpora con alegría y su fuerza a las labores para salvar el planeta con las reforestaciones, hemos visto como en los últimos tiempos se han sumado miles de jóvenes desde los liceos y escuelas, tomando el postulado que escribió Luis Brito García en su prólogo antes mencionado de que nadie es por sí solo, Seguimos aportando en la transformación de nuestras generaciones con una nueva forma de relacionarse entre ellos entorno y con la naturaleza.

El camino hacia el Ecosocialismo se transita por la vía comunal, por lo común y no hay nada más común entre nosotros como civilización que la Pachamama.

Les recomiendo leer el libro “Ecosocialismo y Comuna” de Andrés Bansart.

Referencias:

Iraida Vargas y Mario Sanoja, “La larga marcha hacia la sociedad comunal”, 2015, Fundación El Perro y La Rana, Caracas. Descargable libremente en: http://www.elperroylarana.gob.ve/wp-content/ uploads/2017/01/la_larga_marcha_hacia_la_so ciedad_comunal.pdf

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