El Agua, un Conflicto Futuro.
Por Josué Alejandro Lorca Vega
El principal motivo de la
guerra siempre ha girado en torno a la expansión y ocupación territorial para
la apropiación de sus recursos; desde finales del siglo XIX con la fabricación
de los primeros motores de combustión interna a diésel, se daba inicio a la era
de los hidrocarburos que abarcaría todo el siglo pasado; pero especialmente,
luego de la segunda posguerra (1945), se colocaría al negocio petrolero como
principal objetivo de control geo-estratégico mundial por parte de la potencia
“triunfante” norteamericana, y su industria militar. Sin embargo, esta
perspectiva se ha venido “alterando” en las últimas décadas.
El ex vicepresidente del Banco
Mundial, Ismail Serageldin, predijo en 1995 que “las guerras del próximo siglo
serán por el agua”, esta visión pareciera hoy no estar muy alejada de la
realidad, si tomamos en cuenta las consecuencias fácticas de la crisis
climática que vivimos en la actualidad. Las diversas circunstancias de escasez
de agua en el planeta suponen graves amenazas para la paz mundial, ya que tanto
el suministro como la renovación del vital líquido en el mundo sufren cada vez
más dificultades. De tal manera que, el acceso a este elemento fundamental para
la vida se ha venido convirtiendo en una fuente de poder o, por el contrario,
en una amenaza de disputa que pudiere generar conflictos graves entre naciones,
así como fuertes estallidos sociales, a causa de su privatización como sucediera
en Bolivia hacia el año 2003.
Ante semejante y dramático escenario global, producto de la
crisis climática, se acrecientan las posibilidades de conflictos internacionales
con ejes causales en la necesidad e intereses de preservar territorialmente
reservorio del vital líquido.
Pero, por
sobre todo, hay que trabajar en la conciencia de nuestros ciudadanos en su
cuidado y consumo, para qué problemáticas ambientales que afectan las cuencas
altas tales como deforestaciones, tala, quema, movimientos de tierra, ganadería,
construcciones sin criterio técnico, desviación y aprovechamiento ilegal
de cursos de agua, incendios forestales (sobre todo esta última problemática
que menciono que desde el 2015 hasta nuestros días se han registrado más de
9700 incendios forestales) las podamos revertir, pues el agua es en definitiva, fundamento
constituyente para la vida humana y no humana.
En
nuestro país contamos con un plan de
reforestación inserto en el Plan de Patria 2019-2025, que además de ser el
programa de gobierno del sexenio es una Ley, para el año 2022-2023 se tiene
como meta la siembra de 10.000.000 de árboles,
protegiendo de las 81 cuencas
hidrográficas que posee nuestra nación,
las 16 principales cuencas vinculadas a 19 estados a 122 municipios que
en su punto y circulo albergan a 15.631 consejos comunales, 631 comunas,
asociadas al sistema nacional de parques y monumentos naturales con las mayores reservas hídricas y de diversidad
biológica del territorio nacional.
Estas 16
cuencas poseen (11) embalses para la generación del 70% de la energía
hidroeléctrica, 48 embalses que generan el
60 % de agua para consumo humano, e integran las principales fuentes de agua para el sistema de riego de la actividad
agrícola, de tal manera que “Preservaremos la Vida” tal como lo plantea nuestro 5to Objetivo
Histórico.
“Si cada uno sembramos un árbol, estaremos sembrando el
agua, estaremos sembrando la vida “
Desde la forma como planificamos nuestros modos de vida y de desarrollo es necesario la toma de consciencia y el cumplimiento a las penalizaciones que contempla la Ley vigente. URGENTE.
ResponderEliminarUn proyecto de largo aliento, con visión estratégica
ResponderEliminar"La agricultura representa el 70% de la extracción mundial de agua (FAO)."
ResponderEliminarCon hidroretenedores como SAP. Podemos ahorrar 50%del agua potable usada en riego, imagínate aument